Oye, no te sientas culpable por estar llegando a esa etapa de tu vida donde te das cuenta que ya no tienes paciencia para ciertas cosas o personas que te alejan de tu paz interior y tu salud emocional.
Con frecuencia, nos enseñan que siempre debemos estar "abiertos", "disponibles" y "tolerantes" (aunque eso nos afecte) por un sinfín de razones: porque es la familia, porque es mejor guardar silencio, porque de lo contrario seremos egoístas y eso nos convierte en malas personas, etc. Nada más errado que esa sarta de tonterías y basura moralista.
Todos llegamos a un punto en donde nos damos cuenta que ya no queremos gastar energía y tiempo en situaciones o personas que nos quitan la calma y eso no es egoísmo, es autocuidado y es ejercer nuestro derecho a ver por nuestro bienestar personal. Porque crecer y madurar significa justo eso, darnos cuenta que cuidar de nosotros mismos es importante y fundamental. Nadie tenemos la obligación de soportar, aguantar y tolerar lo que nos descoloca o nos saca de nuestro centro. No importa que se trate de la familia, los amigos, el trabajo o nuestras relaciones de pareja, si ya no estás en dispocisión de permitir que otros vengan a robarte tu energía y paz, tienes derecho a levantarte de la mesa, a cerrar la puerta con seguro o a decir "ya no eres bienvenido aquí". Yo me encuentro en esa etapa y tomar esa postura es de las mejores decisiones que he hecho.
No le tengas miedo a sacar de tu vida todo eso que ya no te aporta, no importa de qué o quién se trate.
Recuerda: tu paz interior no es negociable. Jamás. ✌
Atte: Sempai Gutierrez ❤️