Es momento de cerrar un ciclo para comenzar uno nuevo. Y te das cuenta que la vida y el mar son similares, como el mar fluye sin prisa, pero sin pausa, como la vida.
Es entender qué todo viene y va tal cual como las mareas, incluso con sus cambios radicales del oleaje, porque nada es permanente y a prendes a vivir, a disfrutar y navegar tus olas.
Es momento de alistar las velas, tu brujala a pesar de no saber a que punto cardinal navegar con certeza, pero con la confianza de tener un punto de esperanza en las estrellas como refencia, porque el tiempo ni la marea nos esperarán.
Sigue la corriente del mar, qué es libre de crear su propio camino al igual que tu.
K.T