Carpe Diem;

Adentrémonos al jardín secreto de los pensamientos de cualquier alma que nos llene el interior. 

Cuando el cuerpo se consume bajo tacto, sólo la mirada lasciva muestra las raíces del espíritu (aquél que en pétalos logra profanar el arte). Así cuando la realidad de los pensamientos logre sucumbir a las calles, cuando la totalidad nos individualice a todos y nos permita estar juntos: tendremos el poder, el poder para amarnos los unos a los otros...