— Nunca pensé ver esto —impresionado por lo que estaba viendo— ¿Qué fue lo que pasó para que sean tan grandes?
Lo que veían sus ojos rubí era un hormiga del tamaño de una mansión de su pueblo, la más grande para ser exactos, además de que estaba rodeada de varios túneles que conectaban la cámara. Por lo que se puede intuir que ella era la reina. Desde hace varios días, muchos de los pueblos cercanos sufrieron de ataques de monstruos desconocidos, muchos combatientes dieron sus vidas intentando alejar a los atacantes, algunos teniendo suerte de solo perder alguna extremidad, pero nunca descubrieron que era lo que los atacaba, y como destruían tanto en tan poco tiempo. Pues al parecer el conejo acaba de encontrar la respuesta, un nido de hormigas gigantes atacaba en busca de algo, lo más probable era de comida, no creía que podían encontrar algo que las saciara en la naturaleza, así que tuvieron que buscar algo para su tamaño, así llegando hasta los pueblos donde había mucha.
— Muy bien, creo que lo mejor es destruir y obstruir todos los túneles que conectan esta recamara para que las demás no interrumpan el combate —hizo un rápido razonamiento y creo una estrategia para poder terminar este trabajo de una manera rápida y algo silenciosa.
Bell se levanto de se escondite para poder empezar con su plan, pero sintió como su hombreo chocaba con algo medianamente duro y liso, pensó que había tocado alguna pared de la cueva, pero cuando sintió que la superficie era lisa y pudo ver como los túneles tenían bastante desniveles para dar esa sensación, se empezó a cuestionar que era lo que estaba tocando su hombro. Dando una vuelta lentamente, se encontró cara a cara con una hormiga que lo miraba directo a los ojos.
— O empiezo a correr como loco e improviso todo el combate —dijo en voz alta mientras maldecía su suerte, que era SSS, pero al parecer no funciona en lo momentos necesarios… o los que el considere de esa manera.
Un pedazo de lo que se viene