La verdad es que no soy la persona que quiero ser, no tengo la vida que quiero tener y tampoco sé cómo serlo ni hacerlo. ¿Cómo llego hasta allá? ¿Dónde me paro? ¿Cómo cambio mi cabeza? ¿Algún día seré capaz de cambiar? Porque honestamente cada mañana me digo a mi misma que seré mejor, que este es el momento, el día en el que mi vida cambiará e intento convencerme, darme motivación, recaudar voluntad pero, al final del día, sigo atrapada en la monotonía.
Sigo siendo esa chica que escucha a su hipócrita cabeza, que no mueve ese triste cuerpo, que sigue repitiendo y recursando los mismos caminos porque sigo siendo esa chica que sabe que no está orgullosa de si misma, que sabe que necesita el cambio pero no sabe cambiar.