Mis momentos de caos ni siquiera los recuerdo con claridad y no tengo ningún testigo porque no quiero que me vean en ese momento de debilidad. En ese momento mi mente, mi razón y mi corazón chocan sin control y sentir o tocar mi piel me genera sofocación, es en esos momentos donde todo se vuelve irreal, el sentimiento de no poder respirar, las ganas de querer sacarte la cabeza para no pensar más, las ganas de romper y arrancar todo para expresar el mismo caos que siente tu interior junto al deseo de no causar ruido para no generar preocupación es una horrible realidad que se ha vuelto común en mi vida y que terminara acabando conmigo algún día.