Es una pena ser testigo de miradas tristes, de corazones temerosos al amor, de ver cómo es más fácil irse a entregarse por completo.
Siempre e creído que el amor es para valientes, para aquellos que realmente no teman a entregarlo todo aún sabiendo que el futuro es incierto. Debemos comprender que amar es sinónimo de vulnerabilidad y debilidad.