''Cuando la falta de aire comenzó a hacerse presente, separó sus bocas dejando que a continuación sus jadeos fueran los que tomarán el control de aquel silencio en la habitación.
Pero no podía dejar que el silencio les domara. Con prisas, su boca volvió al cuello ajeno, a besarlo con rabia, incluso con lujuria. Quería quitarle aquella dichosa bufanda que siempre llevaba.
Quería quitarle aquella última prenda que demostraba que no le pertenecía, que no era de él.''