Soy una soñadora empedernida, de esas que guardan cartas, risas y miradas como tesoros.
En secundaria me enamoré... y aunque el tiempo pasó, los recuerdos siguen latiendo como si hubieran sido ayer.

Escribo para revivir lo que me hizo feliz, para detener el tiempo en palabras, y porque creo que hay magia en compartir lo que alguna vez nos hizo sonreír.

Si al leer alguna de estas historias se te escapa una sonrisa, entonces mi misión está cumplida.