no sé realmente cómo empezar está carta... primeramente feliz cumpleaños! sé que esto no lo verás, pero quería celebrartelo...
si estuvieras aquí estarías inundado de mensajes y no me cansaría de hablarte. sé que es bastante tarde para decir esto, pero realmente quisiera que estuvieras aquí porque te extraño demasiado, ya no como antes que sentía que moría, pero aún te extraño.
sinceramente contigo deje muchas cosas que quedaron como simples promesas, y no negare en que me hubiera gustado que las hiciéramos cada una de esas promesas, cumplirlas para que no nada más se quede como promesas vacías.
te extraño demasiado, de eso jamás había duda. en fin, feliz cumpleaños... te iba a decir más, pero me dormí