Esta cuenta está hecha entre seis personas. Ante la pregunta que SÉ, queréis formular, os diré que no; no nos conocemos. Somos seis sencillas Directioners que pasan las horas sonriendo frente a una pantalla. Vale, la verdad, ¿quién no? Nos conocimos gracias a una historia, y ahora hemos empezado a escribir nuestra propia historia. ¿Real? No. ¿Buena? Puede que tampoco. Pero, para mí, es perfecta. No alardeo ni nada por el estilo, solo sé que estoy completamente agradecida de haber conocido a esas cinco maravillosas chicas con las que hablo por horas y a las que no he visto (y, posiblemente, para mi gran desgracia; nunca conoceré) nunca.
Podéis decirme que la historia está mal, y os lo permito; tenéis libertad de expresión, y yo no soy quién para ir prohibiendoos nada. Pero quiero que sepáis que, si, no me importa lo que digáis sobre ella. ¿Por qué? Porque lo que me importa es lo que pienso yo sobre ella. ¿Sabéis qué es? Es una historia muy importante para mí, el sueño de seis amigas hecho realidad. Porque, realmente, cuenta un sueño. El sueño de toda Directioner, si, porque ¿Quién no querría conocer a sus ídolos? Pero no es solo eso. No es el sueño de conocer a One Direction el factor principal de Dare To Dream. Es el sueño de conocernos. De que, cuando te hagan sonreír, puedan ver como una sonrisa se dibuja en tus labios; cuando estén feliz, puedan compartir su felicidad contigo; cuando te entristezcas, puedan abrazarte y decirte que todo irá bien. Porque por internet se puede hacer mucho, no lo dudo, pero la calidez de un abrazo no puede sustituirse. Y, por eso, espero poder algún día abrazarlas y decir "¿Os acordáis de cuando nos conocimos? Nunca pensé que llegaríamos a esto".
Yo no pido ir a The X Factor, conocer a One Direction y empezar a salir con uno de sus miembros, no. Yo solo pido conocer en persona a esas cinco chicas que se han convertido en mi sueño y, espero, se conviertan en mi realidad.
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