Así es, aquí yacen las esperanzas de un pobre individuo que está desesperado por externar su interior, por arrebatar la calma a su mente y, de una buena vez, armar la tercera guerra mundial en su cabeza,  liberar el ansia que le carcome día a día, calmar el pensamiento y plasmarlo en sentimiento, porque bien dicen que la tercera es la vencida, y esta tercera es la mía.

Yo sólo espero que todo este alboroto a mano armada con tinta y papel, desemboque una oleada de réplicas hacia mi estrategia y ayude a crear una nueva táctica para continuar con esta lucha, porque la única manera de que esta guerra termine, será con mi muerte.