@mariamontserratrodri
La réplica de Amy resonó en mis oídos como un eco traicionero: "Voy a luchar por él". “No, no”, gritaba yo, alrededor de Tuxedo Mask, el no dijo nada solo se sonrojó y segundos después se fue, dejándonos solas... ¡Qué ingenua fui! …<pensé> y mientras el aguacero me empapaba hasta los huesos, cada gota de lluvia se sentía como una burla a mi credulidad.
Corrí sin rumbo, mis zapatos chapoteaban en los charcos que reflejaban las luces de neón de la ciudad, los faros de los autos me iluminaban por instantes, cegándome momentáneamente, como si el universo quisiera recordarme mi propia ceguera emocional.
¿Cuántas señales había ignorado? Las miradas prolongadas entre ellos, las conversiones que se cortaban cuando yo llegaba, la manera en que él pronunciaba su nombre con un respeto que jamás tuvo al decir el mío…Mi amor por Darien había sido un velo que cubría mis ojos, impidiéndome ver la verdad que se gestaba frente a mí.
La lluvia se mezclaba con mis lágrimas, saladas y calientes, contra el frío que empezaba a adueñarse de mi cuerpo, mis pulmones ardían con cada bocanada de aire húmedo, pero seguía corriendo, deseando que el dolor físico opacara el desgarro en mi pecho.
En ese momento, bajo la tormenta que parecía compartir mi desconsuelo, por primera vez desde que habíamos regresado de entre los muertos, deseé nunca haber regresado a la vida…
La inmortalidad de mi corazón roto parecía un castigo infinitamente más cruel y más despiadado que la quietud de la nada.
Cada latido era un recordatorio de que el amor que creí inmortal en realidad tenía fecha de caducidad, y yo tenía que vivir para siempre con los fragmentos de lo que una vez fue perfecto.