En nuestros tiempos, me parece que es difícil encontrar la inspiración, o tal vez no la inspiración tal cual, sino la originalidad y las ideas propias. Con tantas redes sociales mostrándonos imágenes con frases clichés y música poco única, las ideas no surgen tan fácilmente, aun cuando aparece una chispa fugaz de inspiración, hay una limitada posibilidad de que la idea sea única o nueva. Que sea una idea que nadie mas haya tenido o una idea que no sea clonada. Hay, en mi opinión una pequeña cantidad de historias únicas sobre temas poco originales. Ideas que no fueron originarias de ese escritor pero que logro desarrollar tan bien que parecieron únicas, como Harry Potter. Cuantas historias sobre brujas y magos pudieron haber antes de que JK. Rowling escribiera Harry Potter, la cual es una historia tan única y maravillosa que parece que ella hubiera hecho la invención de los magos y brujas.  Yo creo que las historias integras se acaban, que las ideas únicas de los buenos libros se esfumaron. Creo que este ambiente tan hostil, es un reto para todo aquel que pretenda convertirse en escritor. Por que cualquiera puede escribir lineas sin sentido en su computadora o escribir pequeños párrafos en su cuaderno, pero no cualquiera puede llamarse un verdadero escritor.  Y eso somos aquí, el roció de los pocos que todavía tienen la esperanza de que la humanidad deje a un lado sus redes sociales para leer por lo menos un capitulo de nuestras historias improvisadas. Los que aún conservamos la esperanza de que nuestras historias sean tan únicas como para poder llamarnos verdaderos escritores. Corremos bajo la presión de que a otra persona se le ocurra la misma idea, y que este otro la desarrolle mejor. Pero debemos seguir luchando por lo que creemos que es una buena historia para contar. Y hacernos conscientes de que mientras soñamos idiotizados con el éxito en nuestras camas junto a nuestra almohada, otros ya se levantaron y ya están luchando por lo que sueñan.