Soy Marco, un guerrero con cicatrices, no de espadas... sino de la vida. Crecí solo con mi madre, y desde entonces aprendí a sobrevivir sin pedir permiso. Llevo el TDAH como un sello que me hace distinto, no débil. Trabajo con las manos, modifico máquinas y escribo mundos donde nadie regala el poder: se conquista.

Aquí no encontrarás cuentos de hadas. Mis historias huelen a traición, a sangre, a libertad... a redención. En cada línea hay parte de mí: de mis batallas reales, de mis noches sin dormir, y de esa voz interna que me grita que lo imposible solo tarda un poco más.

Si buscas tramas dulces, sigue de largo. Pero si quieres un viaje crudo, lleno de magia, oscuridad y almas rotas intentando sobrevivir... abre el primer capítulo.