Mirá, loca. Te amo, y cantás hermoso. Las clases de canto realmente te hacen bien. Pero volvés a cantar Pupilas Lejanas y te meto una piña, gil.
Es una canción sentimental y profunda, y con tu voz queda hermosamente triste. Además, la estás cantando desde que inició la semana, AGUANTÁÁÁÁÁÁ.