Me llamo Juan.
Y escribo porque a veces el silencio duele más que cualquier palabra mal dicha.
Porque hay emociones que no caben en la garganta y personajes que se parecen demasiado a mí... incluso cuando no quiero admitirlo.

No soy de los que cuentan todo.
Pero escribiendo, a veces me traiciono.
Se me escapan verdades disfrazadas de ficción.
Heridas viejas vestidas con nombres nuevos.
Y sentimientos que intento maquillar con metáforas, pero igual sangran entre líneas.

Me obsesionan los vínculos que no se terminan de romper.
Los amores que no se concretan, pero tampoco se olvidan.
Las personas que llegan tarde... pero igual nos desordenan.
Y esa sensación de estar al borde de algo que no sabemos si queremos que pase o no.

Mis historias no prometen finales felices.
Pero sí verdad.
Verdad aunque duela, aunque arda, aunque no sea bonita.

Escribo para no guardarme lo que me está consumiendo.
Y si vos también te sentiste alguna vez así, entonces... bienvenidx.

No estás solx.
Nos estamos leyendo.

- Juan