Solo cuando el mundo se derrumba,
y pedazos de sueños rotos caen lentamente,
cuando lágrimas se derraman,
y el tiempo parece detenerse,
solo en ese instante,
es cuando mi órgano palpitante,
regala vida a mi músculo impaciente,
que tiñe todo de gris,
pues mis ojos ya no ven,
mi corazón ya no siente,
mis oídos ya no escuchan,
y solo las ganas de vivir parecen tan lejanas.
Y es entonces cuando me levanto,
implacable, invencible, indomable,
y me lanzo con fuerza contra las paredes de esta jaula,
a la que yo me confiné.
Rompo los barrotes y arrastro los grilletes,
siendo libre como el viento,
aunque la libertad conlleve miedo.
¡Buenas! ¿Cómo va ese lunes? ❤️