/ Suelta una risita suave, que se une a la de Reo en un eco compartido. ──── Bien, estaré esperando a que eso suceda. Vuélvete mejor Camaleón / dice con orgullo, sabiendo que Reo era excepcional y que, si se lo proponía, podría superarlo. En su tono hay una mezcla de desafío y aliento, confiado en el potencial del Mikage. ──── Cree en mí, Reo, no volveré a lastimarte — afirma con una serenidad que contrasta con la agitación de su respiración, que comienza a calmarse poco a poco. Sin pensarlo demasiado, y sintiendo la necesidad de transmitir algo más, se acerca y le deja un beso corto sobre la frente, un gesto casi automático pero cargado de promesas no dichas. Al separarse, se siente aliviado, aunque no puede evitar buscar en los ojos de Reo alguna señal de que ha entendido lo que no dijo con palabras.