“No, no es verdad.” Replicó en voz baja, con sus manos colocadas a ambos lado de mi cabeza. Él negó levemente con su cabeza, llevando sus ojos fuera de mí. Me decepcioné al instante. Todo iba bien hasta que en mis pensamientos apareciera aquella sombra del pasado, nublando mi entendimiento y sacando a la luz aquellos dolorosos recuerdos que me dejaban totalmente anulada.
Miraba su perfil a escasos centímetro de mí, deseando meterme en su cabeza y saber lo que estaba pasando por ella. Lo único que se me ocurría era que se había dado cuenta que nada iba a funcionar entre nosotros; por mucho que quisiéramos ignorar nuestras diferencias, eran las mismas que marcaban siempre la distancia entre nosotros. Y esa idea me aterraba y me destrozaba el corazón.
“Estoy segura.”
<<Quizás Justin me ayude a cerrar ese capítulo de mi vida si accedo. Yo le quiero y él… Aunque no me lo haya dicho, sé que él también lo hace. Si no lo hiciera, no hubiéramos llegado tan lejos. ¿No?>>
Manteniendo mis pechos ocultos bajo uno de mis brazos, alargué el otro hasta acariciar su mejilla con mis dedos, pudiendo notar como su respiración cambiaba. Quería poder sentirme bien conmigo misma y era justo lo que él estaba consiguiendo. No podía negarme a dar este paso.
“Yo confío en ti.” Murmuré haciendo que sus ojos se encontraran con los míos. Estos pasaron de verse confusos, a mirarme con una chispa de esperanza.
“¿Lo haces?” Me cuestionó, quemándome los labios con su aliento.
Sin pensármelo dos veces, lentamente aparté mi brazo con el que intentaba ocultarme. Sus pupilas se agudizaron y su respiración se entrecortó en cuanto vio lo que acababa de hacer. Me temblaban las rodillas bajo su atenta mirada. No apartó sus ojos de los míos pero sabía que se estaba conteniendo, le delataba los hoyuelos que se formaban en sus mejillas al contraer su mandíbula.