El Isayime está de cumple.
Hoy, 29 de agosto.
Yo lo admiro, y quiero bastante, ¿ustedes no?
Que tenga un día bonito, merece un día bonito, ¿verdad? Merece muchos, muchos, muchos días bonitos. Desde aquí, lejito, desde el otro lado del mundo, te deseo un agradable aniversario de nacimiento, Hajime Isayama, Isayama-kun. Es tu día especial, aunque no sé si pensarás lo mismo, pero, ¿sabes? Yo estoy feliz, permíteme estar feliz por ti, ¿sí? Sigue teniendo logros, sonríe muchas veces más, tonto Isayama, que me aceleraste el pulso en muchas ocasiones con los resultados de tus obras, y que me hiciste llorar y ahora lo hago de nuevo, feliz al recordarlos.
Pensaba en un mensaje sencillo, una felicitación corta y repleta de cariño. Ah, pero bueno, no se puede evitar.
¿Pensarán ustedes que será medio tonto escribir esto aquí cuando las probabilidades de que Isayama lo llegue a leer y entender son prácticamente nulas? ¿O que no lo sé? Porque lo sé. Sí, sí, lo sé bien. Si por mi fuera, lo felicitaría por todos los medios posibles, y voy a intentar hacerle llegar una felicitación directa, les informo como dato curioso, pero aún si así no fuera, se siente genial el desearle únicamente con el pensamiento, aunque él no lo sepa, no lo escuche y nunca se entere, un silencioso "Feliz cumpleaños".