No sé nada de correr, no sé nada de ascender, de esta mierda de arcoiris, del cigarro de después, no sé, si la vida pasa en cueros, castigao a la pared.
No sé nada de aguantar, no sé nada de achucar, de ponerme de rodillas, de llorar para mamar, no sé, en cuanto acaben los tiros garabatos al papel.