¿no lo barruntabas de imprevisto? pues, uhúm, así es como suelo hacerlo de vez en cuando; y mira, apuesto por alguna cosa importante, que me dejé de apreciar como una hormiga en esa proyección mental que tuviste. ¿uno nada más? vale, está bien, aguardo que me entretengas entonces si me invitas uno, ya te hice saber mi requerimiento, empero, ya sabrás tú cómo proceder, gatote. ¿caídas? bah, qué apropiado que la caída haya sido tan grave como para provocarle hendiduras de tal tamaño, quién lo diría. tendrás que conseguir una lozana, porque al parecer lo único que mantiene dentro son los pines que me has enviado (para que observes la capacidad de menciones que mantengo conmigo, hasta a mí me hizo reír aquella particular ocurrencia; te presto vasta atención).