No empecé mi camino con el sueño de convertirme en escritor ni con el objetivo de serlo. Mi escritura es un reflejo de mis historias y pensamientos, plasmados en papel para compartir con aquellos dispuestos a ofrecerme sus puntos de vista y, a su vez, enriquecer mi conocimiento. La creatividad y el arte nunca han sido mis fuertes; más bien, considero que mi inclinación hacia la escritura surge del deseo de mantener mi mente ocupada, lejos del aburrimiento. Esta búsqueda por llenar el vacío me llevó a replicar una vez una imagen que vi, un post-it con una frase bonita. Inspirado, empecé a escribir mis propias frases en pequeños papeles y a fotografiarlas. Con el tiempo, esos breves textos recibieron halagos, y alguien sugirió: "Deberías escribir un libro". Movido por ese impulso, y apoyándome en mi experiencia previa en la música -pues también soy artista musical con trabajos publicados en tiendas digitales-, decidí aventurarme en la escritura de mi primer libro.

No me considero famoso ni excepcionalmente talentoso; creo firmemente que poseo un conjunto de habilidades adquiridas en mi empeño por evitar el tedio. Soy meticuloso y dedicado cuando me propongo alcanzar un objetivo. Este compromiso me llevó a escribir no solo un libro sino también un segundo, ambos recibidos con buenas críticas. Mi aspiración no es la fama ni la venta masiva de mis obras; mi verdadera intención es dejar una huella perdurable a través de mis palabras y experiencias compartidas.