Se escuchan risas y poco a poco van entrando más jóvenes al salón, la rubia distingue que algunos son los chicos que estaban con su hermano y para ser peor, el último en entrar es su querido hermano Santiago.
Su pantalón de vestir le queda bien ceñido a sus piernas y ni hablar lo bien que se ve sus brazos y pecho bajo esa camisa, es un crimen que luzca tan bien con solo el uniforme. Sahily no duda en darle un repaso, pasa por su lado y todas las chicas babean. Entonces Pilar le murmura en el oído a Sahily:— Esto es casi todos los días, todas mueren por una c0gid@ del amargado de Santi. Pero, para el señor todopoderoso, ninguna es suficiente.
—P-padre nuestro. —murmura Sahily, que se atraganta con su saliva al hablar.
¿Quién no quisiera estar en sus brazos?
Piensa y en eso, Pilar tose y la mira perpleja. Sahily cierra sus ojos, y pide ha todos los santos que no lo haya dicho en voz alta.
—¿Dime que no lo pensé en voz alta?— suplicó cubriéndose los ojos.
En eso escucha una voz ronca y un aliento tibio en su oreja.
—Sí, lo pensaste en voz alta y yo…, también lo escuché, bicho raro.
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Holaaa, mis mentes cochombrosas ;)
¿Se acuerdan de esos dos personajes?
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Un beso...