Buenas noches, Effie. Vine a desearte dulces sueños, y una noche llena de recuerdos. Me dí cuenta que en serio somos muy irresponsables, tanto como para comprar la comida de la casa a tiempo, como para poder permanecer seguido por éstos lados, ves. Sólo quise venir a dejarte un breve recordatorio: eres lo más importante que tengo en la vida. ¿Recuerdas ésos tiempos en donde no existía ni un segundo en donde la una no estuviera para la otra? Reíamos sin recordar de qué nos reíamos. Pasábamos mañanas en tonterías, y noches en charlas. Después de todo, no me parece increíble que nada haya cambiado. No hay momento de mi vida en donde no estés, babosa, y he intentado recordar. Tengo mucho que agradecerte y tanto que quiero de lo que volvamos a hablar sin que importe nada, (comiendo un buen plato de tequeños, claro) sin más que alargar. Te amo, Drik.