Que tus pasos sobre el empedrado de Fontaine marquen el inicio de nuevas historias. Viajero de la tinta y la palabra, que cada mirada tuya descubra secretos que otros no ven, y que tu pluma transforme lo cotidiano en crónicas memorables. ¡Se más que bienvenido, corazón de Fontaine!
Otro reportero de Fontaine, que bueno. Se bienvenido, Alec, espero que todos te reciban de la forma en que mereces. De seguro que se alegrarán de verte aquí finalmente.