Así que te voy a corregir, no hiciste nada mal, no hiciste más que llenarlos de amor, paciencia, cuidado y cariño, hiciste casi todo sola y es admirable. Que a diferencia de mi, yo podría hacer una lista de razones y fallas en mi paternidad. Y si no fuera por ti, estoy seguro de que mis hijos ni siquiera me dirigieran la palabra. Antes estaba asustado de lo que pudiera deparar el futuro, pero ahora, que estoy parado justo aquí, me di cuenta de lo afortunado que soy de tenerte como esposa. Eres la única persona que me da miedo perder.