Sí, la verdad sí buscaba algo y era ver sí había la más mínima posibilidad de arreglar mi desastre y demostrarte que lo de haber cambiado no es del todo falso, aún no soy perfecto pero bueno, era mucho peor antes (lo siento). Lo intenté al menos, sí lo acepto, podría rogarte a ti pero reconozco los límites, corazón; aquí es donde te dejo seguir con tu vida feliz esperando y teniendo la esperanza de que algún día al menos me toleres. Y no te preocupes, comerme a mis hijos no es una práctica que se vuelva a repetir, fueron tiempos difíciles.