¿Tarado?... ¿Disculpa? ¿qué son esas maneras de recibirme, muñeca? Deseo protestar, pero mejor me lo guardaré, sé que lo tomarás por alto y seguirás refiriéndote a mí con ese tipo de apodos; aún así, soy tu tarado. Yo te eché de menos también, quizás un poco más de lo que tú lo hacías, pero ya estoy aquí y soy todo tuyo, primor.