¡Mi pequeño Gian! Ya lo sabía, cambiar tus pañales cuando eras bebé dió resultados. Ya sabes, me merecía unas vacaciones después de tanto trabajo, aunque si te soy sincera ya comienzo a extrañar estar ahí. No puedo permitirme decir que me disgusta estar a tope con romper maldiciones, sabes lo mucho que me gusta. No hay muchas cosas que comentar, solo hay un par de compañeros que necesitaron ir a urgencias por algunos huesos rotos. En fin, ¿Que hay de ti? ¿Cómo van los entrenamientos?