- Las piernas me tiemblan...- murmuró, alejándose para poder ir hacia la habitación; Esta era medianamente grande y tenía varios cuadros en la pared y con la cama como eje central de la habitación.- Podrías darle también tu toque, si lo deseas.
- Aunque mamá no tiene ni idea de lo que hay que hacer.- Le confesó, cerrando los ojos para disfrutar de las caricias que le brindaba.- Tienes que guiarme, amor.
- Estaba a punto de pegarte una patada, que lo sepas.- se puso de puntillas, para poder rozar sus narices.- Y bueno... Chewie está durmiendo y papá y mamá se tienen que poner al día ¿No crees?.