—había estado un poco abatida desde la última vez que había visto a Jason, si bien era cierto que ya había estado un tiempo alejada de él se había acostumbrado a su presencia y aquello no era algo que le gustara del todo. Si de algo estaba segura, era que perdía una parte de ella cada que le pensaba. Realmente necesitaba el verte tan siquiera un segundo, el sentir su presencia envolvente y sentirse hundirse cada vez más en él. Volvió a ver la dirección que él le había entregado una vez y sintiendo el impulso de irse se quedó allí parada, a muy de su pesar había sucumbido a sus deseos y se sentía ridícula de alguna forma. Respiro hondo dándole paso a su parte irracional tocando con insistencia aquella puerta—
Bueno, no exactamente, llegó
tarde, si, soy distraído, ya me
lo han dicho. Pero reflejos
acostumbrado estoy a tenerlos
por causas muy poco profesionales.
Trataré de verlo eso cómo algo
bueno, aunque parece advertencia
de un futuro alternativo.