Para alejar a Juna del doloroso recuerdo y proporcionarle una educación de calidad, su padre la inscribió en High Hills, un prestigioso internado escolar para millonarios ubicado en los alrededores de las montañas más bonitas de Italia. En High Hills, June comenzó a tratar de superar su trauma, participando en terapia y apoyándose en nuevos amigos que compartían sus experiencias de vida. A pesar de su origen privilegiado, June siempre luchó por ser una persona independiente y auténtica, en busca de encontrar su propio camino y sentido de identidad en medio de las expectativas que su apellido y fortuna conllevaban.
A lo largo de su estancia en High Hills, June demostró ser una estudiante dedicada y apasionada por la ingeniería, siguiendo los pasos de su padre en el mundo de la tecnología automotriz. También se convirtió en una entusiasta amante de la cultura italiana y japonesa, aprendiendo idiomas y participando en actividades que le permitieron conectar con su herencia. A pesar de los obstáculos, Juna Okahana forjó su propia identidad y demostró que su corazón, más allá de su riqueza, estaba lleno de compasión y resiliencia. Su historia es una mezcla de tragedia, crecimiento personal y determinación para superar desafíos, y en High Hills, encontró un refugio y una oportunidad para redescubrirse a sí misma.