DONDE TE HABÍAS METIDO, IMBÉCIL. ¿Podrías haber regresado conmigo, para variar? Pero siempre te ha gustado pegarme sustos de puta madre. Bienvenido, Khan. Los Stoyanova ya estaban preguntando por ti y le rogaba a dios que no acudieran a mi encuentro. Ahora, ¿me dirás donde estabas?