–ella tomó aire pensativa–lo de
hechicera no porque al ser pelirroja
en mi opinión quedaría demasiado
obvio y he decir que como ángel
no me termino de ver con lo cual,
acepto tu propuesta Lucy. muchas
gracias por elegir todo, imagino
que no os permitirán asistir aunque
es injusto porque desearía verte
en un hermoso disfraz, no solo yo lo deseo... –rió suavemente devolviendo a la joven Lucy lo que ella le había dicho antes, adoraba a esa chica.
creo que realmente no
importa como vaya, lucy,
no seré yo quien se case
con él —susurró mirando
su reflejo en el espejo,
algo asustada por aquella noche.
ya, no es que sea muy de mi
agrada que me vistan, peinen,
maquillen y pretendan llenarme
de joyas –fruncido el ceño
pensando en lo mucho que odiaba
el protocolo, se sentó donde
Lucy le indicó y la miró suspirando.
muchísimas gracias, Lucie –sonrió con suavidad y entró a su lugar de baño, se despojó de la ropa y se dió un baño que la calmó frente la inquietud de aquella noche. salió con una toalla cubriendo su cuerpo y fue ayudada por las doncellas para colocarse el hermoso disfraz.
oh, sí, es cierto... lucy quería pedirte algo, esta noche me gustaría destacar un poco y no, no tengo fiebre ni nada por el estilo. solo me gustaría eso, gracias.
amaría conocer tus ideas.
seguro que hacen un trabajo excelente, no tengo ninguna duda. y sí iré, aunque creo que no voy a disfrazarme. ¿usted irá? de sí hacerlo, espero que pueda concederme un baile.
—suelta una pequeña risa al escuchar a la chica y la mira con ternura— por favor, llameme Aspen. los formalismos no son mi especialidad, sinceramente. y de momento todo va bien, tranquilo. muchas gracias por ofrecerse, pero por ahora no necesito su ayuda. ¿cómo está, por cierto?