PAPÁ. ¡Hombre de mi vida! Te he echado tanto de menos. ¿Podrías darme uno de esos abrazos que tanto me agradan? Estaba ansiosa por verte a ti y a mamá, prometieron pasar una tarde con nosotros sus hijos pronto. Sin preocupaciones del trabajo. Hablando de ella, ¿no viene contigo? Los quiero a ambos cerca, quizá así calmamos un poco a la fotocopia llamada Lorcan, está un poco alterado últimamente. He recibido quejas de sus amigos. En fin, bienvenido, papá. No te vayas por mucho tiempo, ¿si?