No sueles equivocarte, pero en esta ocasión sí. No te presionaría si decidieras hablar por tu propia cuenta acerca de esos episodios, Ryuk. Toda esta situación recae en ti, no en mí. ¿A qué te refieres con que no? Eres mi amigo, como mencionaste muchas veces, lo que significa que es mi deber preocuparme por lo que sea que está pasando en tu jodida cabeza, la cual no se ve nada bien, por cierto. Y no te preocupes por aquello ni por mí, las brujas insulsas y poco agraciadas pueden esperar unas cuantas semanas más. O meses, si estamos de buena suerte. Cuéntale a tu expresión corporal que te encuentras relajado, porque creo que no ha recibido el mensaje; es lo menos sereno que te he visto alguna vez. Sé cuál es tu nombre, flor de loto, así que no te desgastes ni distraigas del tema principal. ¿Cueste lo que cueste, en serio? Nada de lo que hagas evitará que diga algo, no cuando dejaste pasar la oportunidad. Buen intento, pero no funcionó. Tienes realmente tu realidad distorsionada si crees que he sido el que ha estado ignorando al otro, cuando tú estás en la imagen; me evitas desde hace semanas, y sabes cuánto detesto que me hagas sentir como un desconocido.