Tsk, íbamos bien, no hagas eso. No te acobardes. ¿Conoces a alguien que haya muerto por expresar lo que siente? No. Tú mismo lo has dicho. Es cosa de los humanos. Puedes empezar quitándote las manos de la cara, necesito verte a los ojos cuando te hablo. Eso es. Buen chico. Eres importante, Ango Sakaguchi, para mí y Dazai. De cierta forma, retorcida si quieres, nos salvamos el uno al otro. Y probablemente tengas razón, no estoy pensando con claridad, pero no me interesa. Vale la pena. Lo prefiero antes que convertirme en una piedra. Frío. Desolado. He estado allí y no sabes lo que es experimentarlo en carne propia. ¿Oh? ¿De qué otros temas te gustaría hablar? ¿El clima? ¿Deportes? ¡Por favor! Ni siquiera eres capaz de mantener una conversación por más de diez minutos conmigo. Es justamente a lo que me refiero: o me diriges cinco palabras o permaneces en silencio y bebemos hasta que Lupin cierra. A veces me confundes demasiado, y lo peor es que no me molesta, ni un poco. ¿Realmente quieres saber por qué es diferente? ¿No lo has notado? La idea de que te suceda algo mientras estás fuera... Hace que me hierva la sangre, porque yo puedo evitarlo. Tengo la oportunidad de arrastrarte y abandonar la Port Mafia. Ser libres. ¿No es tu sueño también? ¿O ya no lo compartimos? Nunca más tendrás que alejarte de nosotros. De mí. Vivirás tu propia vida y no la que un hombre quiere que vivas. Cierra los ojos e imagínala.