¿Muy qué? ah, gracias... ¿y cuál es tu nombre?
oh, sí, muchas personas suelen decirlo, por
alguna razón. ¿Eh? ¿en verdad? pero aún
así, de aquí hasta que sane debe de doler,
tú mismo lo haz dicho. ¡Deberías! son muy
buenos y funcionales, incluso más efectivos
que algunas pastillas. / asentir frenéticamente,
posar manitos detrás de su espalda e inclinar
ligeramente su cabecita, ladearla de un lado
a otro. Mhm, sí... un poco, creo. ¿Por qué...?
¡eh! pues dímelo y luego cuéntame el porqué,
¿vas a dejarlo a mitad de oración? bff, que va.
/ arrugar naricita y fruncir un poco el ceño,
resoplar bajito. entrecerrar ojitos, fijos en él.
Suena un tanto cruel, no puedo entender
porque lo harían en primer lugar... existen
juegos más divertidos dónde nadie más
sale herido ¿por qué optar por eso? ¿solo
porque no puedes morir...? oh, de cierta
forma me recuerdas a alguien.