SoyTomRiddIe

|| traigan un harry 

-SoySeverusSnape

Señor...

-SoySeverusSnape

Perdone la demora, mi señor. Me ocupé.
            
            -Se sienta.
            
            Todo va bien, señor. El plan sigue en marcha. Nadie sospecha de nada.
            Así es. Lo soy
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-SoySeverusSnape

Oh, solo pasaba a visitarlo mi señor. ¿Cómo se encuentra?
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SoyMartinaJones

El infante dormía plácidamente, para tener dos años había estado teniendo unas cuantas pesadillas que a veces lo hacían dormir con su madre o con algún otro de sus hermanos; todo comenzó cuando entre sus sueños aparecía una serpiente entre humo y aunque el menor aún no tenía ni idea de mucho sabía que eso era malo. 
          
          Tras semanas en la que su madre y su tío colocaron magia más fuerte en aquella pulsera plateada con el logo de los Marshall había podido dormir tranquilo abrazado de su pequeño lobo de peluche. Giró sobre el pequeño colchoncito de su cuna sintiendo aquel sentimiento de familiaridad que tenía muy guardado en lo profundo de su mente, sin embargo, no despertó.
          
          Por otro lado, Martina se encontraba volviendo de resolver “asuntos” por no decir que había estado asesinando magos enemigos del Riddle, apesar de haber cambiado de hogar temporalmente estos seguían apareciendo lo cual la ponía de nervios y de mal humor; entró en casa evitando hacer el menor de los ruidos posibles pues no quería despertar a ninguno de sus hijos y mucho menos que la vieran en aquel estado, estaba repleta de sangre ajena pero aquel pensamiento de evitar hacer ruido se vio sustituido cuando sintió presencia ajena en la habitación de sus hijos bebés haciendo que subiera corriendo a esta, sorprendiéndose con quien encontró dentro.

SoyMartinaJones

Forcejeó un poco cuando su mano fue sujetada por el contrario, su semblante igual se quedó quieto y sonrió ligeramente al escucharlo. 
            
            Si eso quieres creer, entonces bien por ti. —murmuró igual en voz baja tensando más la cercanía que los rodeaba, pegándose un poco para mantener aún la conversación en privado.— algunos de tus mortifagos más “fieles” son fáciles de hacer que abran la boca, sabías?  Así que no me amenaces, cariño.
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SoyMartinaJones

Retira tus manos. . —murmuró con tono apenas audible a la vez que pasaba saliva. No sabía en qué momento de la noche se había vuelto tan tenso todo por lo que como pudo dio un paso a su costado después del roce en su cuello. 
            
            Invades mi espacio personal, solo te diré una cosa Tom; les haces daño y juro por mi madre muerta que te destruiré. Tal parece que se te olvida que sé muchísimo sobre ti y tus sucios planes. —lo tomó del mentón rozando los labios ajenos con uno de sus dedos, ella también sabía jugar aunque este siempre tratara de hacerle parecer que no. — ahora vete.
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SoyMartinaJones

Su espalda volvió a arquearse, detestaba el como su cuerpo podía reaccionar a veces cuando este estaba cerca. — Aegon no es un objeto como para que digas que te pertenece..
            
            Se mordió la lengua con un poco de molestia,  no le gustaba que amenazara con las cosas o personas cercanas a ella.— te gusta tanto amenazarme, no es así? 
            
            / JQJAJAJA si
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SoyTomRiddIe

La primera señal no fue un grito ni un destello, sino un humo negro que irrumpió en medio del discurso del ministro en esa noche. No era humo común... se deslizaba entre la multitud con voluntad propia, reptando por los muros y columnas del lugar. Un silencio lleno de tensión se apoderó del aire, interrumpido apenas por los murmullos inseguros de brujas y magos que no comprendían lo que sucedía.
          
          Entre la multitud, Tom Riddle observaba. Una sombra más entre cientos, invisible solo para quienes no sabían dónde mirar. Su mirada fría se posó en el anciano ministro al frente, que intentaba sostener la compostura frente a su gente. Pobre idiota, pensó con desprecio. Aquel hombre se había regodeado por tres años con el título de ser el único ministro capaz de “deshacerse de Voldemort”. La sola idea era absurda e insultante. Una mentira que ahora sería arrancada de raiz.
          
          Unos segundos de incertidumbre bastaron para que, entre toda la multitud, los ojos nerviosos del ministro casualmente se cruzaran con los suyos, atraídos como metal a un imán. Riddle lo sostuvo, la expresión en el rostro del anciano fue sublimemente placentera. El terror reflejado en sus ojos al reconocerlo, fue lo último que vio antes de que un destello verde proveniente de un costado impactara contra su pecho, haciendolo caer al suelo, sin vida. 
          
          La escena le causó una sonrisa apenas perceptible, una sombra en sus labios como gesto de satisfaccion.
          
          El ministro había muerto.
          
          Y todo lo que sucedió después fue un completo caos. 

SoyTomRiddIe

La marca tenebrosa fue conjurada en el cielo, sobre la multitud que gritaba atemorizada, intentando salir de aquel lugar mientras un grupo de aurores intentaban poner orden y el resto blandía sus varitas, desatando una breve batalla que concluyó con el violento arresto de dos de sus compañeros aurores que habrían sido los responsables del asesinato del ministro. 
            
            Riddle contempló la escena con calma. Su primer movimiento en el tablero había sido conforme a su plan. Observó cómo detenían a los aurores que había persuadido para cometer el crimen, sin expresión alguna en su rostro. 
            
            Con calma, prendió un cigarro, dandole una calada y soltando el humo, despacio. Luego lo dejó caer sobre uno de los manteles de las mesas del evento, y sin darle importancia, se dio la vuelta, abandonando el lugar con un incendio y asesinato a sus espaldas.
            
            ...
            
            Al día siguiente, las portadas de todos los periódicos coincidían. no mencionaban su nombre. Bastaba con dos palabras que resonaron en todo el mundo mágico:
            “Ha vuelto.”
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