No tengo idea de cuántas veces he hecho esto, y sé que sonará ridículo, pero he tenido un mes escandalosamente ocupado; entre tareas y exigencias varias, apenas tengo tiempo de respirar y comer, no se diga ya dormir o, más aun, escribir.
Detesto no poder avanzar en mis escritos, creanme que cada vez que tengo algún espacio para pensar, lo primero que se me viene a la mente es remordimiento por tener esto tan abandonado.
Es una suerte que la temporada de evaluaciones haya terminado, y aunque no creo poder dedicar el tiempo merecido a esto, sí espero poder actualizar más a menudo y no una vez cada seis shuck meses.
Creo que las disculpas estarían de más, porque sinceramente no tengo cara para pedir una indulgencia por mi falta de atención a mis historias, pero sepan que no paso esto por alto, sé que debo poner empeño en lo que hago.
Eso sí, les repito, como siempre: abandonar no es una opción. Seguimos de pie.
Larga vida y prosperidad.