Me siento tan desanimada que este mensaje es, más que nada, un desahogo.
Estoy cansada. Me siento estancada, atrapada en una rutina que no entiendo y que cada vez me pesa más.
Ser adulta me duele. Me abruma. Me persigue la sombra del fracaso, como si todo lo que hago estuviera destinado a no ser suficiente.
Últimamente me he refugiado en escribir, en cosas que solía amar... Cosas que dejé hace años, entre 2018 y 2019. Volví a ellas buscando un poco de alivio, un respiro. Pero aún así, no puedo evitar sentirme como un desperdicio humano.
Quisiera entender qué estoy haciendo mal, por qué todo se siente roto: Mi pareja, mi familia, mi búsqueda por trabajo, mi confianza, mis pasos.
Siento que perdí mi brillo. Que esa chispa que una vez tuve se apagó, y ahora camino entre cenizas sin saber cómo encenderla otra vez.
Solo quiero volver a saber quién soy.
Nadie podría odiarme tanto como a veces yo misma lo hago. Nadie podría decirme cosas más duras que las que ya me repito en silencio.
Me estoy saboteando, y lo sé. Y aún así, no sé cómo detener este ciclo.