Querida Tati, ¿cómo estás? Espero que estés muy bien.
Hoy he decidido escribirte, para dejarte saber que te he liberado oficialmente.
Tus historias sin dudarlo, fueron un gran y maravilloso impacto hacia mi persona. Amé Max y Suhail, La mala reputación de Andrea Evich, y La buena reputación de Oliver Odom. Las leí en su momento dado y me enseñaron que no importa tu apariencia o lo que hayas vivido, lo que importa es tu esencia y cómo eres en el mundo, para dejar tu impacto positivo y granito de arena. Más lo que deseo vivir en el amor, de forma definitiva y sana.
Gracias por todas las enseñanzas dadas y compartidas, sin dudarlo, me llevo todo lo positivo de la experiencia vivida.
Espero que puedas seguir escribiendo e inspirando personas, ya que cumpliste la misión en mi vida, tanto con tu presencia, como con tus creaciones. Ambas podemos seguir nuestro camino, en mi caso, estando satisfecha de que tu trabajo rindió sus frutos. Gracias de verdad por todo.
Cuídate mucho. Te deseo lo mejor hoy y siempre.
Atentamente, Isa.