Es curioso como la vida da vueltas, hoy se cumplen dos años de uno de los cambios más radicales de mi vida y sucede a la par que un nuevo cambio llega, pero, así es el destino, impredecible en la totalidad de su concepto y en lo que puede llegar a ser.
Han sucedido muchas cosas que me orillaron a alejarme de seres queridos, a dejar de lado mis antiguas pasiones, a perder el tiempo en actividades infructiferas y efímeras, he roto miles de promesas, así como me he roto a mi mismo, pero la vida sigue y no queda de otra más que mirar al frente y caminar con la esperanza de un mejor futuro, de esperar que la vida mejore, abrazar tu pasado, pero no aferrarte a él, porque sería como querer abrazar un rosal, por más bello que sea, las espinas te terminarán lastimando más de lo que puedes imaginar.