— Había más de mil cosas que le gustaría decirle a su amado ascendido. Sabía que al inicio cometió la ridiculez de no saber que decir, ya que la sorpresa del momento lo dejó sin pensamientos, y solo concentrarse que el ser más especial para el estaba frente a él. Se dejó envolver en aquel abrazo que lo estremeció. Cada tacto del mayor, era precisamente así, de un abrazo quizás así sin más, multiplicaba su sentir, por el peculiar y gran detalle de la notable diferencia de estaturas. Él le imponía bastante, y emocionalmente, lo dejaba vulnerable. Cuando tocó el pecho del mayor, por indicación de éste, ya no lo podía soportar, en el buen sentido de que lo estaba "encendiendo" bastante; trataba de mantenerse normal, pero, la mirada, el rubor que se le extendió hasta las orejas, y su respiración, lo dejaban todo más claro que el agua. Cerró y apretó sus ojos, con expresión aflijida—
Aah~... N-nasus...
—Le dirigiría nuevamente la mirada, y se pondría de "puntitas" para tratar de alcanzar el rostro del de traje, y besarle con dulzura. Estaba fogoso.—
@BRELLIPRADIS