Lamento haber desaparecido, me robaron el teléfono y había olvidado mi contraseña por lo cuál no podía ingresar a mi cuenta. Ayer, de casualidad, ordenando mi habitación, encontré un papel donde tenia anotada mi contraseña y mi cuenta.
Les pido mil perdones por desaparecer.
Volví, permitanme un tiempo para volver a meterme en mis historias y actualizaré.
Nuevamente les pido me disculpen.
Ángeles.