¿Por qué mis ojos no ven lo que los tuyos? ¿Todavía lo preguntas?
Yo tengo el toque de la vida misma, huelo al perfume de los viejos.
¿Que por qué no soy como tú?
Porque tengo las montañas bien debajo de mis ojos,
la ciudad de mis sueños sobre mi espalda
y el amor de los míos bajo mi cielo.
Yo tengo algo que tú no quieres.
Me tengo a mí.

Y si gritas a los cuatro vientos, ¿quién te ofrecería amor?
Mejor búscalo en los pétalos de una rosa.
Quizá en la lluvia, o en la arena.
Siéntete cómodo y orgulloso, sé uno con la búsqueda.
Aprende a administrar lo tuyo:
Llora en su debido momento,
Sueña despierto.
Por ti.

Yo soy distinto, y mis ojos no ven los que los tuyos, es cierto.
Pero mira y ve lo que observan entonces, mira al mundo
que se yergue ante tus narices.
No te pierdas buscando algo que solo puedo ver yo.
Construye un castillo de naipes y sopla,
emprende el viaje hacia la nada,
dile adiós a los nubarrones.
Y vive hasta que no puedas.