Confundida y ahora también con una pierna al borde de la hipotermia, me levanté y vi la empalagosa escena de un bello chico rodeado de tangas voladoras… ay… realmente ridículo, sin pensarlo dos veces me fui de aquella escena; siendo seguida por los ojos suplicantes de Dylan. – lo siento chico, pero mi estómago es muy frágil y no aguanto estas cosas. Pensé antes de traspasar la puerta, dándole una mirada de “discúlpame, pero no”. Y así me aleje del misterioso Dylan y del enjambre de niñas calenturientas.
jejeje, esta es una parte de mi nueva novela)? que quería mostrar ya que me causo gracia, lol