Las fiestas no son lo mío, por lo menos aún no. La convivencia ajena me sigue siendo algo nuevo y a la vez difícil de decir. A veces me siento como alguien con autismo, en su mundo, con sus cosas y olvidar el resto. Pero cada asunto con su dilema. Aún conservo la imaginación y las metas del joven emo. Y hasta que decida subir escalón seguiré acá haciendo lo queme gusta, escribir y leer. Con música.
Ahora a renovar este estante que ya tiene más polvo qup mis libros de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo. Cielos, dan ganas de leerlos una 3 vez.